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¿Podría Abelardo de la Espriella ser una opción válida para los cristianos en la presidencia de Colombia?

En tiempos donde la política colombiana vive una fuerte polarización, muchos creyentes se preguntan cómo ejercer su voto con sabiduría y fe.
Entre los nombres que generan interés está el de Abelardo de la Espriella, abogado, empresario y figura mediática conocida por su discurso firme, su defensa del orden y su postura frente a temas de justicia y moral.
¿Podría un candidato así representar una opción válida para el electorado cristiano?
Más allá de simpatías o rechazos, la pregunta debe abordarse desde principios bíblicos y criterios prácticos que guíen un voto conforme al Reino de Dios.


1️⃣ El principio bíblico del gobierno y la autoridad

Romanos 13:1 enseña que “no hay autoridad sino de parte de Dios”, y que los gobernantes están puestos para promover el bien y restringir el mal.
Por eso, el primer paso no es mirar la religión del candidato, sino su visión de justicia, respeto por la ley y defensa de los valores fundamentales.
Si un líder defiende la vida, el orden, la familia y la libertad de conciencia, está actuando en armonía con principios bíblicos que bendicen a la nación.


2️⃣ Integridad personal y coherencia moral

Proverbios 29:2 declara: “Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra”.
El cristiano debe evaluar la integridad y coherencia del candidato: cómo vive, cómo responde ante la presión, y si su conducta revela dominio propio y principios firmes.
La integridad no es perfección, sino consistencia entre palabra, conducta y verdad. Antes de admirar un discurso fuerte, hay que discernir el fruto del carácter.


3️⃣ Postura frente a los valores del Reino

El cristianismo no impone religión, pero sí defiende valores que edifican la sociedad: la protección de la vida desde la concepción, la honra del matrimonio, la educación con valores y la libertad de fe (Génesis 2:24; Salmo 127:3).
Los cristianos deben analizar qué defiende cada candidato en estos temas. Si un aspirante, como De la Espriella, expresa principios compatibles con la moral bíblica, merece una evaluación seria, no por simpatía, sino por afinidad de valores.


4️⃣ Capacidad técnica y visión de gobierno

La fe no está reñida con la razón. Jesús enseñó a “calcular los gastos antes de edificar una torre” (Lucas 14:28), lo cual aplica también a la política.
El cristiano responsable debe analizar la preparación, experiencia y liderazgo estratégico del candidato.
Un gobierno justo requiere tanto rectitud como competencia. El creyente no vota solo por convicción espiritual, sino también por capacidad práctica para gobernar.


5️⃣ Oración, discernimiento y responsabilidad espiritual

Más que una decisión política, el voto del creyente es un acto de mayordomía espiritual.
Filipenses 4:6 enseña a presentar nuestras decisiones a Dios en oración.
Antes de marcar una casilla, los hijos de Dios deben orar, investigar, discernir y decidir con conciencia limpia.
Mateo 7:16 dice: “Por sus frutos los conoceréis”. Ese debe ser el filtro final.


🕊️ Conclusión

Abelardo de la Espriella, como cualquier figura pública, genera debate, apoyo y crítica.
Pero el cristiano no vota por emociones, sino por convicción guiada por la Palabra y el Espíritu Santo.
Más que buscar un “candidato cristiano”, la Iglesia debe buscar líderes con principios justos, amor por la verdad y compromiso con la nación.
Solo así nuestro voto será una extensión de nuestra fe y una semilla para la transformación de Colombia.

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